Cómo hacer un cambio de bañera por ducha

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Son muchos los factores que pueden darse a la hora de plantearnos el cambiar una bañera por una ducha, tales como la mejora del espacio, el diseño, la accesibilidad o el ahorro de agua y nuestra contribución, con ello, a la mejora del medio ambiente, pero…¿sabemos cómo proceder para llevar a cabo este cambio?

Lo primero que deberíamos tener claro es que este procedimiento implica una obra muy pequeña que puede llegar a realizarse incluso en un mismo día, de manera que, si la decisión de cambiar una bañera por una ducha está tomada, lo primero que habría que hacer sería estudiar el presupuesto disponible. Después, una buena idea sería acudir a un centro especializado que disponga de variedad de sanitarios y materiales, con el fin de hacernos una idea clara de lo que buscamos según nuestros gustos y posibilidades. Los platos de ducha más elegidos habitualmente son aquellos elaborados con compuestos acrílicos o gres, aunque otro tipo de acabados, como la piedra natural, también pueden ser una excelente elección por su fácil mantenimiento y sus grandes propiedades antideslizantes.

Materiales que podremos necesitar durante el proceso

  • Tubo de PVC.
  • Ladrillos
  • Adhesivo de PVC.
  • Mampara o biombo.
  • Masilla adhesiva.
  • Cartones de protección.
  • Cinta de tipo carrocero.
  • Plato de ducha.
  • Conjunto de grifería.
  • Válvula de desagüe.
  • Yeso laminado.
  • Azulejos o paneles decorativos.
  • Cola y silicona para juntas.
  • Mortero de cemento.
  • Columna de ducha.

Herramientas principales que pueden ser necesarias

  • Destornillador plano.
  • Llave inglesa.
  • Sierra de arco.
  • Llana, paleta y cubeta.
  • Espátula dentada.
  • Taladro eléctrico.
  • Maza y cincel.
  • Lápiz y nivel.
  • Pistola de silicona.
  • Llave cortatubos.

 

Pasos a seguir para quitar la bañera y poner la ducha

En primer lugar, deberíamos tomar todas las precauciones necesarias para evitar percances como romper el suelo u otros sanitarios del baño, de manera que protegerlo todo con cartones puede ser más que recomendable. El siguiente paso a seguir sería el cierre de las llaves de paso para evitar accidentes y averías. Una vez hecho, procederíamos (ayudados de las herramientas necesarias) a desenroscar toda la grifería antigua de la bañera, así como sus sistemas de sujeción y la válvula del desagüe.

Después conviene ir retirando con cuidado los azulejos (sobre todo si pretendemos dejar la misma estética o modelo de azulejo una vez instalada la ducha) de la parte superior y de los laterales de la bañera, y tras esto ya podremos proceder a la retirada de la misma y a la limpieza de todos los escombros que esta parte del proceso nos haya generado en el baño. No olvides que la retirada de escombros puede requerir de ciertos permisos en tu localidad para ser depositados en contenedores y zonas habilitadas para la cuestión.

Es muy importante que la tubería del desagüe se sanee y se proteja bien, pues será el mecanismo de enganche y también de desagüe de la futura ducha. Si la posición de las tomas de agua no coincide con el nuevo modelo de ducha elegido, es el momento exacto de cambiarlas y situarlas en la posición y altura debidas.

A continuación observa el suelo y nivélalo en caso de que sea necesario sin tapar la zona del desagüe. Recuerda que el buen estado de la superficie del suelo será fundamental para una correcta instalación del plato de ducha. Si la situación del desagüe no coincide exactamente con la que tiene habilitada el nuevo plato de ducha, deberás utilizar un denominado “tubo de evacuación” que sea flexible para poder unir las zonas. Para rematar seguramente necesitarás utilizar pegamento para las uniones, así como codos o manguitos para empalmar tramos.

Es posible que en este punto de la reforma debas plantearte si necesitarás una válvula sifónica o no. Pero, ¿cómo podemos saber esto? Pues aunque resulte complejo, es tan sencillo como averiguar si nuestro desagüe va directamente a la zona de bajada general de agua de la casa o no. En caso de que sea así, éste será el momento de instalar una válvula sifónica con el fin de que el desagüe evacúe el agua en ella y evitar malos olores.

Es habitual que la zona del plato de ducha tenga que reforzarse con la utilización de ladrillos puestos en derredor, que a su vez servirán para la sujeción de todo el conjunto de azulejos que deberán ponerse en la pared una vez puesta la ducha. Una vez colocado a la perfección y bien encajado el plato de ducha, es momento de colocar la válvula y de revestir la zona con azulejos. Una vez terminado el proceso deberá limpiarse bien con el fin, sobre todo, de comprobar si han quedado zonas por reforzar y sellar, lo cual deberemos hacer convenientemente, ayudados de silicona o de mortero para juntas.

Por último, tan solo quedará fijar la grifería (entre la que se podrán incluir grifos y/o columnas termostáticas), conectar la válvula, e instalar la mampara que hayamos elegido. Las mamparas pueden ser de tipo corredera, acordeón o practicables, y los materiales más habituales son el acero inoxidable o el aluminio y el vidrio o el metacrilato.

Últimas recomendaciones a tener en cuenta

Cambiar una bañera por un plato de ducha es, sin duda, una decisión personal, pero es tan habitual en nuestros días que revela ciertos comportamientos de las personas, relacionados casi siempre con una mayor pasión por el diseño interior, la comodidad, la practicidad y el aprovechamiento del tiempo. Y es que una ducha permite de una forma mucho más sencilla el aseo diario, mientras reducimos las posibilidades de sufrir accidentes y resbalones, primera causa de los accidentes domésticos que suceden en el mundo cada día. Se trata, además, de un tipo de reforma de bajo impacto y que puede llegar a realizarse con un presupuesto ajustado, lo que permite que muchas personas puedan animarse a realizar cambios en su hogar sin demasiados sacrificios.

El cambio de bañera por ducha suele ser habitual en baños pequeños donde es preciso indicar que para que el baño parezca más grande debería estar alicatado o con pintura de tonos claros.

Pero ojo, que aunque parezca un procedimiento sencillo que podríamos llegar a realizar hasta nosotros mismos, es muy importante que nos informemos acerca de si necesitamos algún tipo de licencia o no, ya que esto puede depender de cada ayuntamiento en cuestión para obras tan pequeñas y específicas. Eso sí, si pretendemos depositar los escombros en un contenedor o en sacos habilitados para ello, necesitaremos solicitar una licencia de estacionamiento en nuestro ayuntamiento y pagar la tasa correspondiente, que variará dependiendo de la zona en la que vivamos y del tiempo que necesitemos para nuestra obra. La buena noticia es que, si contactamos con profesionales del sector, serán ellos los encargados de realizar dichos trámites, facilitándonos así todo el proceso de principio a fin.